jueves, 26 de noviembre de 2009

Leer Silanes es como ver una pelicula, sostiene Beatrice Chenot


Durante su estadía en Mendoza, a mediados de 2008, Beatrice Chenot dejó muchas respuestas, a continuación fragmentos de la entrevista:

"Desde un punto de vista académico, las novelas de Raúl Silanes son muy inquietantes y muy amplio el contenido de interpretación. Se trata de un trabajo de lectura amplia, pletórica de imágenes. Leer Silanes es como ver una película.

"La devolución de Babel" es una definición literaria profunda de la situación en Argentina, que Silanes expresa a través de varios niveles, es una geografía determinada, el desierto en su carácter de simbolismo bíblico de castigo, como una mayor vigilancia.

Otro ejemplo es el factor de dar a luz a bebés sin cesar en las condiciones más adversas, frente a la represión, desaparición y tortura. Hay muchos símbolos en la obra de Silanes, que debemos encarar de manera amplia.

Esta novela es hoy tema de investigación en Francia, en el marco de los estudios de la literatura latinoamericana, con su centro en la Universidad de Burdeos: el sitio más importante en tales investigaciones.

- ¿Ha utilizado su visita a Mendoza para discutir con Silanes?

"Es difícil hablar con él, porque considera lo real y la realidad como dos cosas diferentes.

- ¿Es to vale para toda la obra de Silanes?
"Es un autor muy prolífico, por lo que la declaración sería algo temerario, además cada día escribe más. Quiero decir, este es también un autor que escribe novelas, cuentos y poemas con la misma facilidad, por lo que es ciertamente posible, por supuesto, que la las referencias de una obra se entrelazan con el resto, como se ha dedicado casi exclusivamente a la construcción de un mundo donde el desierto es, por ejemplo, el personaje principal ineludible.

No es un telón de fondo, sino una realización constante simbólica. Aún así y más allá de eso, para mí el caso de "Devolución de Babel" es un mosaico temático muy importante, donde el talento del escritor y la realidad social de los acontecimientos, encaja perfectamente con el inmenso sufrimiento de un pueblo, un prisionero en una ambigüedad peculiar en una encrucijada esencias específicas hechas muy representativa y completa.


- "Confinamiento, el desierto y el delirio" tienen una relación especial.

"El tema Silanes desierto es una experiencia de libertad que termina en la cepa transformada por la acción de los mismos personajes. Un esguince es un producto directo del vacío social generalizado, más externo, como el efecto de la represión y la censura que los humanos pueden sufrir.

Esta noción de vacío delirante, perfectamente reflejada en la novela, está obstruyendo el muro de hormigón de una celda o un manicomio. He armado la mayor parte de mi material de investigación sobre este concepto , un desierto que es como una célula enorme como un cierre social de la locura.

Y de nuevo la locura como resultado de tratar de escapar de la torre de Babel que es el campo de la novela, donde el autor incluye a la vez simbólica y desesperada búsqueda de agua, para hacer efectiva la idea de una última oportunidad de supervivencia.

- ¿Hay otros elementos "bajo la superficie", ya que de alguna manera?

"Es una obra llena de elementos interesantes. Habla de una concepción de la Argentina la realidad kafkiana, como es el caso en la construcción de una vía férrea que día y noche, moviéndose hacia atrás. Establecí relaciones entre ésta y la cultura literaria griega, ya que hay elementos para apoyar esta tesis. Estos ferrocarriles se extiende en el desierto, una especie de falso hilo de Ariadna, el personaje que dio a Teseo un ovillo de hilo para salir del laberinto donde estaba encerrado el Minotauro.

Luego hay otro hilo que teje Penélope, la mujer de Ulises, durante veinte años, manteniendo la fidelidad a su marido lejos de ella por la guerra entonces. Promete a sus pretendientes de Penélope casarse con uno de ellos cuando termine de tejer un velo que les muestra, pero en la noche deshace lo que teje durante el día, haciendo que el tejido en una tarea interminable.

"En ese absurdo se refleja hoy en la Argentina.

"Creo que sí. En este sentido de ficción, me tomo la libertad de interpretar la torre de Babel, como la torre de Caín, porque no hay un momento en la novela cuando el personaje de Abel puede escapar, pero cree que con ese sentimiento es el único Ya en libertad, sobre todo de sus propios fantasmas.

Esa es la realidad eterna en la Argentina, si se puede comparar con todo respeto, el sentido de creer que están dispuestos a escapar de sus males, es suficiente para evitarlos. El libro muestra de manera elocuente que la ambigüedad social generalizada.


Devolución de Babel es una novela de múltiples interpretaciones, lo que a veces nos resulta más obvio es la relación con su dimensión política innegable.


Silanes es una figura literaria internacional,que ha ganado prestigiosos premios en Europa y América, pero aquí hay pocos estudios de su obra, y lo que hay es esporádico, a excepción de una obra de Martín Campos de la Universidad Nacional de Cuyo, y la del filósofo Anthony Benenati, sobre el repliegue de la conciencia.
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sábado, 14 de noviembre de 2009

Video: Entrevista al filósofo Antonio Benenatti, por Luis Sánchez, para Noticias Literarias


Antonio Benenatti, de remera negra junto a los escritores Raúl Silanes y Raúl Lilloy

Antonio Benenatti es un filósofo argentino, nació en el área fundacional de Mendoza, muy cerca del cerro Aconcagua.
Su obra central  es "La conciencia replegante" . Ha incursionado en la novela, "La Linea", fue finalista del concurso internacional  de novela Sade, en 1985, fue jurado Antonio Di Benedetto.
Son antecedentes de Benenatti: Brentano, Husserl y Heidegger, a quienes considera puntos de partida de su indagación filosófica, aunque ha llegado más lejos que esos muchachos. En el reportaje Benenatti refiere su concepción del pensar que difiere de los filosofos portatiles Abraham o el novelista policial-guionista-militante-filósofo José Pablo Feinman.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Entrevista a Enrique Vila-Matas, por Luis Sánchez, para Noticias Literarias

Enrique Vila-Matas (1948), nació y vive en Barcelona. Es uno de los más importantes y originales escritores españoles, con creaciones literarias como Una casa para siempre (1988), Suicidios ejemplares (1991), Hijos sin hijos (1993), Extraña forma de vida (1997), El viaje vertical (1999) y Bartleby y compañía (2000), entre otras. Además de escribir ensayos literarios, como El viajero más lento (1992), El traje de los domingos (1995) y Para acabar con los números redondos (1997). Recorre a través de la ficción literaria, los recovecos de los bartlebys, esos "seres en los que habita una profunda negación del mundo". Tras la publicación de “Bartebly y compañía”, según él, corrió “el riesgo de quedarse en silencio”.

– ¿Qué siente un escritor como usted al recibir toda esta atención?

–Uno piensa en su fuero interno que es una cosa un poco utópica. Íntimamente piensa en cómo hará para no decepcionar.

– ¿Se ha acabado aquello de “autor de culto”?

–En España de “culto” ya no se puede decir, porque me paran por la calle. Sigo vendiendo no mucho y por ello sí soy de culto. Pero a escala de popularidad es distinto. Se ha creado una popularidad que no tenía y que hace que una viejecita me pare por la calle, para preguntarme cómo estoy de salud. He llegado a otro tipo de personas que incluso no me han leído, por culpa de la televisión donde aparezco por falta de temas, más que porque realmente les interese lo que digo.

-Su libro Exploradores del abismo, parece ser parte de un proceso de experimentación, para salir de la “trilogía metaliteraria” que formó con Bartleby y compañía, El mal de Montano y Doctor Pasavento.
-Ese camino de la experimentación, también me llevó a publicar Dietario voluble (Anagrama), un libro difícil de catalogar.
–¿Es una espécie de Vila-Matas re-explorado?
–Sí. Es diferente del resto de mi narrativa. En definitiva, a lo que aspira este dietario es a comentar la totalidad del mundo, pero el intento se queda en esos fragmentos.

– ¿Dietario es lo que pasa cuando no pasa nada, como dice en las primeras páginas?
–Desde muy joven supe que tendría una vida en la que no me pasarían muchas cosas, porque sólo quería ser escritor. No como Hemingway, que le pasan tantas cosas y caza tantos leones, sino un escritor que no tenía nada que contar. Por eso comencé a ver en los sucesos cotidianos hechos extraordinarios. Eso es lo que hago.
- ¿Qué diferencias establece entre la vida y la literatura?
-La literatura nos permite comprender la vida pero, precisamente por eso, nos deja fuera de ella. Mi escritura se trata de un viaje sin retorno. Así la calificó el escritor Sergio Pitol. Es una crítica radical de la realidad. No hay regreso. Soy el escritor que ha vivido todo lo que cuenta en los libros de ficción; pero también podría ser el que he encontrado para que escriba Dietario voluble, esa es una idea que me relaja mucho, porque me hace pensar que estoy libre, que ya vivo mi vida tranquilamente mientras que otro escritor se dedica a escribir mis libros. Con esto escribo con más libertad, como si lo hiciera con seudónimo.




– ¿Así desvanece la frontera entre ficción y realidad?






–Paradójicamente, la novela que estoy escribiendo, tiene la estructura de un diario que cuenta mi vida en forma de ficción, con lo cual parece que ha habido un trasvase. Debería ser realista y es ficción. Por otro lado, la ficción que estoy escribiendo ahora, en el fondo refleja mi realidad cotidiana. Practico un trasvase de géneros.


- ¿Qué lugar ocupa la poesía dentro de la literatura?


-Como decía Faulkner, todo escritor que apunta alto, empieza por querer ser poeta. Cuando descubre que no puede serlo, se refugia en el cuento. Cuando descubre que no puede escribir cuentos de altura, se pasa a la novela. Hay una teoría de Borges que dice que Dante escribió toda "La divina comedia", para poder camuflar dentro de ella esa frase en la que dice que vio a Beatriz. Yo escribo novelas.


- ¿Qué escritores considera "indispensables en la historia de la literatura?



-Para no hacer una larga lista, es suficiente con Kafka. Un hombre que se queda solo, es un hombre peligroso, porque empieza a pensar.






- ¿Siempre quiso ser escritor?


-Lo primero que quise ser es torero. Cambié rápido de gustos, cuando me tocó a los cuatro años, en el pueblo de veraneo, divertir a la pandilla toreando a una cabra disecada. Haciendo eso me vio un perro y eché a correr espantado. Claro, el perro era un animal de verdad. En cualquier caso, aspiro en la literatura, siempre, a arriesgar, como el torero en la plaza, acercarse al cuerno del toro lo máximo posible: la literatura vista como tauromaquia.


- La Navidad le trae recuerdos interesantes, al parecer, ya que las cita en sus obras.


-Es que entre mis recuerdos imborrables de infancia, siempre está el día de Navidad de 1962: ese día nevó en el patio de la casa familiar y yo pensé que era parte de la decoración navideña de mi madre. Desde entonces, vivo esa temporada, esos días, en estado de sentimiento abierto, y suelo llorar con facilidad.





- ¿Qué inspiró su último libro?







-Un amigo se quejó de que yo sólo hablaba de literatura. Entonces se me ocurrió la idea de escribir sobre un enfermo de literatura, para ver si así acababa con mi obsesión. De alguna manera creo que todos mis libros están escritos para acabar con obsesiones.


- ¿Cómo ejercita su imaginación?


-Leyendo.


- ¿Qué piensa hacer ahora?


-Me iré de fiesta al centro del vacío.

martes, 10 de noviembre de 2009

Importante ensayo francés, destaca novela “Devolución de Babel”, de Raúl Silanes.



La  obra del reconocido escritor, ha merecido en Francia un importante análisis académico, considerándola “magnífica expresión de la incapacidad de diálogo, absurdo y sin sentido que pesa sobre los argentinos”.
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Raúl Silanes y Beatrice Chenot (2008)

La Université Michel de Montaigne, Bordeaux, Francia, acaba de publicar en edición bilingüe (francés-castellano), un importante ensayo literario titulado “Du Réel à la métaphore de L'enfermement» (AMERIBER, 444 páginas), donde se analiza la obra de importantes autores latinoamericanos. El estudio tiene prólogo de Isabelle Tauzin (dirige esta colección editorial, la célebre ensayista Genevieve Champeau), comprendiendo nada menos que a los novelistas Santiago Roncagliolo (Perú), Augusto Roa Bastos (Paraguay), Roberto Bolaño (Chile) y Raúl Silanes (Argentina).

En el caso de Raúl Silanes, escritor mendocino premiado en distintos concursos internacionales, el ensayo está escrito por la prestigiosa Beatrice Chenot, bajo el titulo “Devolución de Babel, encierro y delirio”. Este trabajo académico nos sumerge en la obra de Silanes que obtuvo el premio de la Sociedad Argentina de Escritores en 1985 (publicada en 1986) con un jurado encabezado por Antonio Di Benedetto. Beatrice Chenot es investigadora literaria del ERSAL (Equipe de Recherches Sur l'Amérique Latine), traductora y especialista en la obra de Raúl Silanes, habiendo escrito sobre él tanto en Francia como en Canadá. El ERSAL es un equipo de la Universidad de Burdeos, que realiza investigaciones literarias en América Latina. Se apoya en un grupo de especialistas académicos y desarrolla sus trabajos en la Universidad de Montaigne.

Lo cierto es que desde hace un tiempo, la obra del escritor mendocino Raúl Silanes es motivo de estudio en Francia. “Silanes es, sin duda alguna, hoy por hoy, el más internacional de nuestros escritores, y simultáneamente o por lo mismo, el más ignorado en su propia tierra”, según comentario de Mauricio Runno, quien entrevistó a Beatrice Chenot. Un resumen del texto de estudio sobre la novela "Devolución de Babel", ya había sido presentado en el seminario 2007 del ERSAL.

Beatrice Chenot aborda la novela “Devolución de Babel”, en un ensayo dividido por ocho capítulos, entre los que resaltan no sólo las distintas etapas del relato, sino también la importancia del desierto en la obra de Raúl Silanes, la relación simbólica de la construcción de unas vías ferroviarias, la temática de las jaurías y el miedo, la torre de Babel, la fiebre de la luz y el salir del encierro, además de darle relevancia a los personajes centrales de la obra, en forma pormenorizada. En su extensa bibliografía, Chenot cita también a otros comprovincianos relacionados con este ensayo, como Martín Campos (quien el año próximo publicará un extenso análisis sobre la obra de Raúl Silanes), Rolando Concatti (autor de “El tiempo diablo de Santos Guayama”) y Gregorio Manzur (el novelista de “Las aguas de la sed”).



Entrevista de Mauricio Runno a Beatrice Chenot

En su paso por Mendoza, a mediados de 2008, Beatrice Chenot dejó muchas respuestas: “Desde el punto de vista académico, la novelística de Raúl Silanes es muy interesante y de contenidos interpretativos muy amplios. Es una obra de muchas lecturas, repleta de imágenes. Leer a Silanes es como ver una película. “Devolución de Babel” es una definición literaria profunda de la situación argentina, que Silanes consigue expresar a través de distintos niveles, como la angustia histórica que encuadra dentro de una geografía determinada, el desierto en una dimensión múltiple, desde lo simbólico bíblico en su carácter de castigo, hasta lo simbólico del poder como vigilancia mayor.



¿Cuáles son los ejes de “Devolución de Babel?
- Raúl Silanes proyecta la ambigüedad de la situación planteada, utilizando elementos como el aislamiento, que es, más que un eje, otra de las relaciones interpretativas. Ese retrato de los desvalidos pagando o penando en el desierto el precio del sacrificio por el resto de una sociedad indiferente, donde aparece como otra dimensión el tema de la guerra de Malvinas, es una nueva interpretación del crimen histórico que se cometió con aquellos chicos combatientes. Otro ejemplo es el factor onírico, o ese dar a luz niños de manera incesante, en las condiciones más adversas, frente a la represión, desaparición y tortura. Hay tantos símbolos en la obra de Silanes que debemos abordarlos de manera integral. Para eso esta novela hoy se encuentra en un polo de investigación en Francia, dentro del marco de estudios de literatura latinoamericana, con centro en la Universidad de Burdeos. Es el sitio más importante en este tipo de investigaciones.

- ¿Ha aprovechado su visita a Mendoza para conversar con Silanes?
- Es difícil hablar con él, porque considera lo real y la realidad, como dos cosas distintas. Según él, conocemos lo real pero no la realidad, y esa es una clave interesante. Es como una señal de vitalidad, sobre algo supuestamente desaparecido, sobre un mundo de cuyos ecos aún seguimos recibiendo mensajes, capaces de alimentar o retroalimentar nuestra memoria; o aún más, hasta cuestionarla, como si se tratara de pruebas de existencia. Dicho de otra manera, Silanes señala que relata algo en parte real, pero también en parte utópico, en la medida que está forjando su propio mundo, un mundo en el que cree más que en el mundo cotidiano, el nuestro, el supuestamente real. Silanes vive más dentro de su realidad literaria que dentro de su cotidianeidad.

- ¿Eso en general vale para toda su obra?
- Es un autor muy prolífico, por lo que esa aseveración sería algo temeraria, si no conocemos todo. Me refiero a que además se trata de un autor que escribe novelas, cuentos y poemas con la misma facilidad, por lo que seguramente es posible, por supuesto, que las referencias de una obra se entrelacen con las del resto, ya que se ha dedicado casi exclusivamente a la construcción de un mundo donde el desierto es, diría, el personaje protagónico ineludible. No se trata de un telón de fondo, sino de una encarnación simbólica constante. Aún así y más allá de eso, para mí el caso de “Devolución de Babel”, representa un mosaico temático muy importante, donde el talento del escritor y la realidad social de los acontecimientos, se encuadran perfectamente con el inmenso dolor de un pueblo, prisionero en una ambigüedad peculiar, en una encrucijada específica, hecha de esencias muy representativas y abarcadoras. Eso me impactó desde la primera lectura que hice de la obra y es para mí uno de los grandes valores de la novela, el retrato que hace de esa ambigüedad social, alejado de todo maniqueísmo. En ese contexto, encierro y desierto y delirio, son más que simples conceptos, abarcan algo mucho más importante, no una simple simbología.

- “Encierro, desierto y delirio”, tienen una relación especial.
- El tema del desierto en Silanes, es una vivencia de libertad que termina transformada en agobio, por la acción de los mismos personajes. Un agobio que es producto directo del vacío social generalizado, como el efecto más exteriorizado de la represión y censura que puede sufrir el ser humano. Esa noción de vacío delirante, reflejado perfectamente en la novela, es más obstruyente que la pared concreta de una celda o de un manicomio. Yo he armado la mayor parte de mi material de investigación, sobre esa noción que tiene Silanes del desierto, un desierto que es como una inmensa celda a la que no se le ven las rejas, el peor de los encierros, el encierro social en la locura. Y a su vez la locura como resultado de querer escapar de esa torre de Babel que es el campamento de la novela, donde el autor incluye una tan simbólica como desesperada búsqueda de agua, para efectivizar la idea de una posibilidad última de supervivencia. La obra de Silanes representa esa lucha desquiciante.

- ¿Hay otros elementos “bajo la superficie”, por decirlo de alguna manera?
- Es una obra llena de elementos interesantes. Habla incluso de una concepción kafkiana de la realidad argentina, como es el caso de la construcción de unas vías de ferrocarril que de día avanza y de noche retrocede. Establecí relaciones entre esta obra y la cultura literaria griega, ya que existen elementos para sostener tal tesis. Esas vías de ferrocarril tendidas en medio del desierto, conforman una especie de falso hilo de Ariadna, el personaje que entregó a Teseo un ovillo de hilo para salir del laberinto donde permanecía encerrado con el Minotauro. Después está el otro hilo que teje Penélope, la esposa de Ulises, durante veinte años, mientras guarda fidelidad a su marido, alejado de ella por las guerras de entonces. Penélope promete a sus pretendientes casarse con alguno de ellos, cuando termine de tejer un velo que les muestra, pero por la noche deshace lo que teje durante el día, convirtiendo el tejido en una tarea interminable. Las vías ferroviarias de la obra de Silanes, en medio del desierto, no tiene principio ni fin, condenando a sus personajes a seguir trabajando, deshaciendo para volver a hacer, en una clara metáfora de las idas y venidas de este país, hundido en un completo absurdo.

- En ese absurdo se refleja la actualidad argentina.
- Pienso que sí. En ese absurdo novelístico, yo me permito la libertad de interpretar la torre de Babel como la torre de Caín, porque hay un momento en la novela donde el personaje de Abel puede escapar, pero cree que con ese solo sentimiento ya está liberado, sobre todo de sus propios fantasmas. Esa es la eterna realidad argentina, si se me permite respetuosamente la comparación, la de creer que con sentir que están listos para escapar de sus males, es suficiente para evitarlos. La novela muestra de manera elocuente esa ambigüedad social generalizada.

- ¿Cuál es su opinión sobre el final de “Devolución de Babel”?
- El final de la novela muestra la negación de Silanes a quedar encerrado en la tentadora salida única, en el final único sin otra alternativa, advirtiéndonos que esto de las salidas únicas es otra de las tantas trampa del sistema de poder y por eso brinda dos finales. En ese panorama de opciones, nos permite elegir, augurando esa posibilidad que se abre con la democracia. Siendo una novela de múltiples interpretaciones, la que a veces nos resulta más obvia es la relacionada con su innegable dimensión política.

- ¿Tal vez por esa dimensión política, no se la tiene tan en cuenta en Argentina?
- Eso ya va más allá del análisis literario, y estoy de acuerdo con usted, porque llama la atención no encontrar prácticamente ningún material sobre o de Silanes en Mendoza, cuando tenemos mucho de él en Francia. Como si en plena democracia hubiera alguna forma de censura. Silanes es una figura innegable de la literatura argentina que ha merecido prestigiosos premios en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, aquí hay pocos estudios de su obra, y lo que hay es esporádico. Salvo un trabajo de Martín Campos, de la Universidad Nacional de Cuyo; y otro del filósofo Antonio Benenati, sobre el repliegue de la conciencia, el sesgo existencial de esta obra. Aquí en Mendoza no se ha publicado a Silanes ni en una mínima medida, por no hablar de la medida que realmente se merece, como si no existiera semejante escritor para la provincia. Es un lujo costoso semejante desatino. Muy pocos escritores de esta envergadura se han mantenido ocultos de tal manera, teniendo en cuenta cómo refleja su tiempo, de una forma profética maravillosa, mediante una percepción histórico-social cuya proyección tiene una vigencia increíble, y desoírla u ocultarla, no es un acierto, sino lo contrario.


Síntesis curriculum:
Raúl Silanes (1958) obtuvo, entre otros premios, el Nacional San Martín (1976); Bienal (1981); Furman, Estados Unidos (1982); Plaza Calderón, México (1994); Samuelson, Estados Unidos (1995); Arnedo, España (1996); Dock, Argentina (1999), Encina de la Cañada, España (2001); Robert Lowell, Estados Unidos (2004); finalista del Encarna León (2005) y del Olga Orozco (2006). Publicó "Soles subterráneos" (1982), "Primer límite roto" (1983), "Devolución de Babel" (1986), “El cielo” (1999), “La iluminada” (2001) y "Dumb" (2004), entre otros títulos. Su obra se tradujo a quince idiomas. En 2002 fue nominado para el Premio Príncipe de Asturias. En 2007 apareció su biografía de César Cipolletti. Desde hace años trabaja en el Departamento General de Irrigación.